Como comenté al principio, este ha sido nuestro sueño. Pero costó arriesgar, costó dejar de escuchar voces internas y cortar con creencias limitantes para apostar en grande, para vernos y proyectarnos empresarios, porque sí, si se puede

Contaré un poco de mi historia porque es importante para mi que se entienda cuánto significa KAPUNKA en mi vida.

Vengo de una familia de 4, un hermano mayor y unos padres muy luchadores. Ellos me han enseñado los valores más fuertes: perseverancia, respeto y honestidad. Vidas complejas, duras y así mismo nunca se han rendido. Los admiro y valoro cada día con ellos.

Somos de Tacuarembó. A mis 2 años, para darnos un mejor futuro, con un bolso y sin saber siquiera a qué se enfrentaban se vinieron a trabajar a la capital. Lograron comenzar a levantar su casa en Cuidad de la Costa con sus propias manos.

Desde chica, siempre juntas con mamá para todos lados. No teníamos familia cerca así que tocaba ir a los trabajos con ella en su bici desde temprano. Empleada doméstica, hacía malabares para ir de un lado al otro conmigo.